Barú, Educación

Educación en movimiento: danza y canto en Barú, Cartagena.

La danza y el canto no son solo expresiones artísticas, sino potentes herramientas de transformación social y personal. En la Fundación Funencanto, ubicada en Barú, Cartagena de Indias, estas disciplinas desempeñan un papel central en los programas educativos que benefician a niños, adolescentes y jóvenes. A través de nuestro proyecto “En Barú se oye mi canto”, fomentamos la formación integral de la población infantil, adolescente y juvenil del corregimiento, brindándoles una oportunidad única de crecimiento emocional y físico.

Beneficios emocionales: el arte como soporte

Uno de los mayores logros del proyecto “En Barú se oye mi canto” es su capacidad para generar un espacio seguro donde los niños, niñas, adolescentes y jóvenes puedan expresarse emocionalmente. La danza y el canto ofrecen un canal para liberar tensiones, gestionar emociones complejas y fomentar la autoestima. Esto es especialmente importante en Barú, donde muchos jóvenes enfrentan entornos vulnerables y el acceso a recursos puede ser limitado.

Desde nuestra fundación para niños en Barú, hemos visto cómo los estudiantes se sienten cada vez más seguros de sí mismos y de sus habilidades al participar en nuestras clases de música y danza. La práctica artística colectiva no solo fomenta la colaboración y el trabajo en equipo, sino que también crea un sentido de pertenencia y comunidad, disminuyendo las barreras sociales.

Beneficios físicos: desarrollo a través del movimiento

La práctica regular de la danza promueve el desarrollo físico en los niños y jóvenes. Los movimientos rítmicos y las coreografías que enseñamos en la Fundación Funencanto, no solo mejoran la coordinación y el equilibrio, sino que también refuerzan la fuerza muscular y la flexibilidad. En Barú, la danza se convierte en un vehículo para que los niños y adolescentes mantengan una vida activa y saludable.

Además, el canto, al requerir control de la respiración y el uso adecuado del diafragma, también favorece el desarrollo de habilidades motrices finas y una mayor conciencia corporal. Estos aspectos son fundamentales en la educación integral de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en Barú, donde buscamos ir más allá de lo académico.

Fortalecimiento de la identidad cultural y cohesión social

Uno de los pilares fundamentales de nuestro proyecto es el fortalecimiento de la identidad cultural en los jóvenes de Barú. A través del folclor, los niños y adolescentes no solo aprenden sobre su herencia cultural, sino que se convierten en portadores de tradiciones que contribuyen a la preservación de la riqueza artística de la región. El arte, en este contexto, es un vehículo de desarrollo personal.

Las fundaciones en Cartagena de Indias, como Funencanto, juegan un rol crucial en este tipo de proyectos, permitiendo que niños y adolescentes de comunidades vulnerables se beneficien de un acceso equitativo a oportunidades artísticas y educativas. Este tipo de programas no solo fortalecen la cohesión social, sino que también generan un impacto transformador en el futuro de la comunidad.

Un legado de transformación social

El programa “En Barú se oye mi canto” no es solo una iniciativa educativa, sino una plataforma de transformación integral para la comunidad de Barú. A través de la vivencia artística y la práctica musical colectiva, logramos que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de Barú, Cartagena, no solo descubran sus talentos, sino que también adquieran las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos del futuro con confianza y resiliencia.

Desde nuestra fundación en Cartagena, Barú, seguimos comprometidos con la misión de fortalecer la identidad cultural y proporcionar a los jóvenes de la comunidad un camino hacia el crecimiento integral. 

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